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La Carabela portuguesa es la más peligrosa del mundo y no estaba tan cerca desde hace 10 años. La "medusa asesina", la carabela portuguesa (Physalia physalis), ha llegado al Mediterráneo. En las últimos días se han realizado avistamientos de grupos de hasta 50 ejemplares cerca de la costa murciana confirmados por el Centro Oceanográfico de Los Alcázares.
Científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) han detectado en la costa de San Pedro del Pinatar (Murcia) la presencia "puntual y, probablemente, fortuita" de unos hidrozoos con apariencia de medusa conocidos como 'carabelas portuguesas' (Physalia physalis), cuya picadura puede llegar a ser mortal, según el experto en estos animales del Centro Oceanográfico de Los Alcázares, Ignacio Franco.
Según los expertos, esta especie habría llegado a nuestra aguas
a través del Estrecho de Gibraltar impulsada por las corrientes de aire y no es descartable que en poco tiempo pudiera llegar a acechar las costas baleares.
El director de Oceana en Europa, Xavier Pastor, ha señalado que
el cambio climático está alterando las migraciones de muchas especies. Por lo que respecta a la carabela portuguesa, llevaba una década sin aparecer por el Mediterráneo y su presencia en las costas peninsulares podrían presagiar el inicio de una colonización de estas latitudes "al igual que han hecho otras especies invasoras". En ese caso podría constituir un problema, ya que esta especie tiene una merecida fama de mortífera. "Si se asentaran aquí sería un problema porque realmente son muy peligrosas".
Esta especie tiene aspecto de medusa porque "son gelatinosas y pican" pero, en realidad, son otro tipo de organismos llamados sifonóforos (Siphonophora), una orden de cnidarios hidrozoos que forman colonias flotantes. El animal tiene una parte en forma de globo de color azulado y violeta iridiscente, con un tamaño máximo que oscila entre diez y 15 centímetros, y que siempre permanece en la superficie, aunque bajo el agua esconde unos tentáculos de hasta 30 metros de largo.
Precisamente éste es uno de los rasgos que más lo aleja de las medusas, ya que a diferencia de éstas, la carabela se desplaza sobre la superficie del agua gracias a una vejiga rellena de gas que semeja una vela de barco y a la que debe su nombre. Su forma de globo azulado esconde unos tentáculos urticantes de hasta 30 metros de longitud que en su contacto con personas pueden producir quemazón, hinchazones y en caso de individuos alérgicos llevar incluso a un paro cardíaco. Su picadura también puede resultar letal en niños y en personas mayores o debilitadas.
La 'carabela portuguesa', que procede del océano Atlántico, no había sido detectada en las costas murcianas desde 1989, cuando el propio Franco la avistó en la playa de La Llana. Y es que se trata de una especie "muy ocasional en el Mediterráneo, donde es bastante rara de ver y a donde, probablemente, llegan desde el océano"
El experto advirtió de que "hay que estar muy alerta" con este tipo de animales porque, internacionalmente, "se ha registrado también algún caso de fallecimiento por picadura, sobre todo en Brasil, donde los ejemplares suelen aparecer mucho, y el aumento de los casos eleva el porcentaje de posibilidades de ser picados, lógicamente".
Y es que la picadura "es bastante complicada y, al margen de los muertos que pueda ocasionar, entre un 30 y un 50% de la gente a la que le afecta puede acabar hospitalizada", según el experto, quien
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puntualizó que las víctimas "comienzan a tener síntomas como la taquicardia, sudoración, mareos y dificultad al respirar, que pueden desencadenar un paro cardiaco".
Por ello, se trata de una especie considerada como "peligrosa o muy peligrosa, sobre todo, si afecta a menores de edad o personas mayores y débiles", y se recomienda tomar "las máximas precauciones, especialmente con los niños, que pueden intentar jugar con las que aparecen en la orilla, ya que su aspecto es el de un globito coloreado de rosa y resultan muy llamativas".