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miércoles, 12 de mayo de 2010

El telescopio espacial Herschel ha descubierto un agujero en el espacio


Con su capacidad para ver el espectro infrarrojo, el telescopio espacial Herschel está haciendo descubrimientos sorprendentes sobre la naturaleza y la evolución de las estrellas, como por ejemplo un agujero en la nebulosa NGC 1999.
Foto: ESA/HOPS Consortium
Una brillante nube de gas y polvo conocida como la nebulosa NGC 1999 está justo al lado de una región muy oscura del espacio. Durante todo el siglo XX, estas zonas oscuras se han considerado nubes muy densas que bloquean el paso de la luz. Sin embargo, y con su capacidad de ver el infrarrojo, el telescopio Herschel debía, en teoría, poder penetrar en sus secretos. La sorpresa fue que no pudo. Esta región en particular continuaba viéndose oscura incluso a través del ojo infrarrojo del Herschel.
Después de investigar los resultados devueltos por el telescopio, los astrónomos concluyeron que la nube no aparecía oscura porque fuera extraodinariamente densa (tanto que ni el Herschel podía ver su interior) sino porque estaba totalmente vacía: aquella región oscura no era más que un agujero en la nebulosa NGC 1999.

Este extraño agujero, según los astrónomos, probablemente se formó cuando chorros de gas generados por algunas estrellas jóvenes atravesaron la nebulosa y, como consecuencia, dispersaron el gas y el polvo a su paso. Es la primera vez que se detecta una estructura de esas características, cuyo futuro estudio se espera que ayude a entender la dinámica de los flujos de gas expulsados por las estrellas en formación.

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